sábado, 28 de marzo de 2015

Detective Alba Molina



Después de recibir la llamada, me he quedado muy sorprendida, suelo tener casos difíciles, pero nunca había tenido un caso tan extraño, ¿quién sería capaz de robar las reliquias de Santa Teresa? ¿Y por qué? No puedo imaginar el motivo por el que alguien haya robado las reliquias de Santa Teresa. Aún sigo pensado quién de los sospechosos podría ser. No sé cómo comenzar con la investigación, y me tengo que dar prisa porque se acercala celebración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa.
Primero, tendré que localizar a la duquesa de Alba o al Superior General de la Orden Carmelita, para pedirles las llaves y poder abrir el sepulcro y comprobar  si se han llevado o no los restos de la Santa en Alba de Tormes, tengo que intentar conseguir las llaves, pero será un proceso largo ya que, 3 las tienen las monjas del convento de Alba de Tormes, 3 la duquesa de Alba,  3 están en Roma, ya que las guarda el Superior General de la Orden Carmelita y la última el Rey de España.
Cuando consigo contactar con el Superior General de la Orden Carmelita, no acepta darme las llaves, así que tendré que viajar a Roma para suplicarle que me entregue las llaves e interrogarle, me llama la atención que el Superior General de la Orden Carmelita no acepte darme las llaves, ¿por qué?, ¿tendrá algo que ocultar? Esto lo convierte en el principal sospechoso, así que decido emprender mi viaje a Roma en cuanto antes para poder avanzar en el caso.
Cuando llego a Roma, lo primero que hago es ir al monasterio donde se encuentra el Superior General de la Orden Carmelita, cuando me abre la puerta, su rostro cambia y parece estar nervioso, no esperaba mi visita, esto me hace pensar que oculta algo, pero cuando termino con el interrogatorio no encuentro ninguna relación con el robo, así que lo elimino de la lista de sospechosos, tras el interrogatorio lo he convencido para que me dé las llaves , y me las ha dado sin ningún problema, puede que sea para no entrometerse en el caso y resolverlo en cuanto antes, ya que se muestra muy preocupado por el robo.
Aprovechando que estoy en Roma, decido interrogar al Director de los Museos Vaticanos, es un posible sospechoso ya que siempre ha manifestado el interés de que las reliquias de Santa Teresa estuvieran en Roma, y puede ser que haya robado la mandíbula y el pie derecho, cuando lo interrogo se muestra muy receptivo a colaborar, pero al ser amigo del Superior General de la Orden Carmelita, puede que el Director haya robado la llave a éste, y dudo en que pueda ser el culpable. Tras el interrogatorio, tampoco muestra ninguna relación con el robo, los dos sospechosos tienen coartadas así que los elimino de la lista. Este caso se está volviendo muy complicado, todavía no he encontrado ninguna pista con la que pueda avanzar en la investigación, y cada vez está más cerca la celebración del V Centenario, deberé volver a España para seguir mi investigación.
Vuelvo a España y tras no encontrar ninguna pista en Roma, contacto con la duquesa de Alba y acepta darme las llaves e insiste en acompañarme en la investigación. Me ha sorprendido que la duquesa de Alba acepte ir, se ha mostrado interesada y me ha comentado que está en condiciones para realizar el viaje, parece disgustada por el robo y por eso quiere colaborar en todo lo posible, esto no supondrá ningún problema, es más servirá de ayuda. Cuando me reencuentro con ella, decidimos ir al Convento de Alba de Tormes, ya que la duquesa me ha contado que tiene muy buena relación con la priora del Convento, y no tendrá ningún problema en entregarnos la llave para poder abrir el sepulcro. La duquesa me ha comentado que la priora no tiene nada que ver con el robo, pero no debo levantar sospecha, ya que son íntimas amigas, y puede que la duquesa la esté encubriendo.
Mientras vamos de camino al Convento, pienso en que si la priora del Convento de Alba de Tormes nos da las llaves, sólo nos faltará la llave del Rey de España, para poder abrir el sepulcro, así que la duquesa, contacta con la Casa Real, y el Rey nos cede la única llave que nos queda por conseguir.
Tras coger la llave del Rey de España, al fin vamos a Salamanca, ya que hemos conseguido las 10 llaves. Al llegar al Convento, me reúno con la priora para interrogarla, la duquesa asiste al interrogatorio, y parece nerviosa, ¿dudará de su amiga?, la priora al contrario parece tranquila y en el interrogatorio declara, que cuando robaron las reliquias se encontraba preparando la celebración del V Centenario de Santa Teresa, esta coartada la elimina de la lista de sospechosos, pero deberé mantener sospecha porque no se ha mostrado muy convencida.
Cuando termino con el interrogatorio, la priora me entrega las llaves y por fin, me dirijo al sepulcro para comprobar si el brazo izquierdo y el corazón permanecen en su lugar. El tiempo pasa lento, cuando intento abrir con las 10 llaves el sepulcro, estoy nerviosa, necesito saber ya si las reliquias están o no, el momento en el que me dispongo a abrir, me llevo una sorpresa, ¡las reliquias están!, no lo puedo creer. ¿Por qué han robado las reliquias de Ávila, Ronda, Lisboa, Sanlúcar de Barrameda, París, Bélgica y Roma...? ¿Y las de Alba de Tormes no?
El descubrimiento de las reliquias, me hace plantearme varias hipótesis: que al ladrón no le haya dado tiempo de robar las reliquias de Alba de Tormes o que el posible sospechoso se encuentre en el Convento de Alba de Tormes. La duquesa al igual que yo, está sorprendida y a la vez, contenta de que las reliquias sigan en el Convento, pero la priora no parece sorprendida, en absoluto, ¿me ocultará algo?
Paso la noche pensado en los interrogatorios, en los sospechosos, en las hipótesis, hasta que llego a una conclusión final, se me escapa un cabo suelto, ¿por qué la duquesa me ha acompañado? ¿Habrá querido encubrirse?
Al día siguiente, decido interrogar a la duquesa discretamente, mientras la interrogo, noto que le sudan las manos y que su voz tiembla, estoy segura de que me oculta algo, así que insisto en que me cuente la verdad, para mi sorpresa, aparece la priora interrumpiendo el interrogatorio, justo cuando me iba a contar la verdad,la priora necesita que le entregue las llaves correspondientes del sepulcro, dudo, ¿por qué las querrá?, me niego a dárselas y me responde que va a limpiar el sepulcro. La duquesa se relaja, y su aspecto cambia, parece sacada de un apuro, de repente reacciono y descubro quien ha sido la ladrona, ¡es la Priora del Convento de Alba de Tormes!, ¡si es ella!, la duquesa ha intentado encubrirla, por eso me ha acompañado en la investigación, para ocultar que era cómplice de la Priora, cuando confieso que sé quién es la culpable del robo, la priora, se sorprende y confiesa que es ella, la duquesa se declara cómplice del robo, las dos están nerviosas y prometen que van a devolver las reliquias.
Decido llamar a la policía, para decirles que he encontrado a las ladronas de las reliquias, la policía acude rápidamente y se lleva a las culpables, ya en comisaría, entro a la sala de interrogatorios, y les pregunto a las acusadas el verdadero motivo por el que han robado las reliquias, la priora confiesa que ella tuvo la idea de robar las reliquias, pero necesitaba una cómplice, para poder hacerlo, la duquesa aceptó, ya que el motivo por el que robaron las reliquias era para que permanecieran todas juntas en Alba de Tormes, y la duquesa estaba de acuerdo con la decisión de la priora, por eso las reliquias de Alba de Tormes permanecían en su lugar, la duquesa se encargó de robarlas en Roma, ya que era íntima amiga del Superior General de la Orden Carmelita, y le robó las llaves a éste, y la priora se encargó de robarlas en España, así es como robaron las reliquias de Santa Teresa, por eso la duquesa al enterarse que estaba investigando el robo quiso acompañarme para que no sospechara de ella y de la priora.
Tras la declaración, la priora entregó las reliquias y cada una de ellas se devolvió al lugar donde permanecían, dos días después se celebró el V Centenario, donde asistieron millones de peregrinos a Ávila, entusiasmados y alegres porque las reliquias de Santa Teresa habían aparecido, y porque el Papa Francisco había asistido a la celebración, el Papa mostró su agradecimiento por haber encontrado las reliquias  de Santa Teresa, y así es como acabó el curioso caso de las reliquias de Santa Teresa.

Alba Molina González

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