Eran las seis de la mañana, no tenía pensado levantarme antes de las ocho pero el sonido incesante de mi teléfono me despertó. Era el rector de la facultad de Teología de la Universidad de Ávila. Sonaba preocupado y en su voz había un tono de alarma. Había sido uno de los primeros en enterarse de lo ocurrido: todas y cada una de las reliquias de Santa Teresa habían desaparecido de todos los lugares donde estaban custodiadas. Alba de Tormes, Ávila, Ronda, Lisboa, San Lúcar de Barrameda, París, Bélgica e incluso Roma. Aparentemente todas las reliquias habían sido robadas el mismo día, lo que hacía que el caso se pusiese aún más interesante.
Volver a
dormir era impensable, así que me levanté de la cama y desayuné lo más rápido
que pude para comenzar con este intrigante caso. Al igual que en las historias
de Sherlock Holmes, los casos que
suponían un reto para mi inteligencia eran los que más me gustaban.
Salir a dar un
paseo por las calles de Madrid me ayudaría a pensar en cuál podría ser mi
principal sospechoso y cuál su principal causa para hacerlo, así que cogí mi
cuaderno de apuntes y mi bolígrafo y como si de una novela ambientada en el
siglo pasado se tratase cogí mi libreta y mi gabardina y salí de mi apartamento
con aires de superioridad sabiendo que aunque nadie me miraba me gustaba
considerarme uno de los mejores detectives de toda España y hacérselo saber a
la gente con la que me encontraba a mi
paso.
Empecé a elaborar
mi lista de sospechosos, así como de los sitios que sería conveniente visitar.
Quería comprobar de primera mano los lugares clave.
Fueron tres
semanas de intensos viajes, algunos días sin dormir y momentos de
desesperación. Hablé con decenas de personas y todos los datos parecían apuntar
a la secta milenarista “Cuatro postes” ya que tenía mucho poder y dinero. Estos
esperan a que el fin del mundo llegue en V centenario de la Santa reuniendo las partes desmembradas de su
cuerpo para el día que se conmemora su nacimiento.
La pregunta
que me planteé desde un principio era si en realidad esta secta tenía tanto
poder como para haber conseguido robar las reliquias de tantas partes del mundo
a la vez. Quizá en esta suposición hubiera lagunas pero de momento era la que
tenía. Tenía claro que en todo esto estaba dejando escapar algunas cosas y
pasando por alto algunos detalles.
Sin duda alguna,
este había sido el gran caso que esperaba desde hace años, pero estaba
resultando más difícil de lo que esperaba.
Empecé a
recopilar datos sobre la secta y a compararlo con todas las anotaciones que
tenía en aquella vieja libreta, allí
estaban anotados todos los datos importantes de todos mis anteriores casos, de
manera descuidada para no perder detalle de lo que los testigos me contaban
mientras apuntaba.
Decidí irme a
la cama, ya que estaba muerta de sueño. Hacía días que no había dormido en
condiciones a causa del caso, me desvelaba pensar que si no resolvía este misterioso
caso mi carrera y mi fama, que tanto me había costado ganar, se iría al garete.
En pocos días mi nombre desaparecería de los titulares de los periódicos, al
cabo del tiempo ya solo sería un rumor y no lo podía permitir.
Volví a
encender la luz de la mesita y comencé a hacer cábalas sobre los sospechosos y
cuando me puse a pensar en todo lo que había hecho Santa Teresa me acorde de
la orden de los Carmelitas. Acto seguido
se me vino a la cabeza el sospechoso que anteriormente había descartado, el
padre general de la orden de los Carmelitas, aunque ahora mismo no me acordaba
del por qué.
Éste había
manifestado en algunas ocasiones su desacuerdo con que el cuerpo de la Santa
estuviese desmembrado en diversas partes del mundo. Se me vino a la cabeza uno
de los primeros días de mi investigación, precisamente el día en el que lo
había interrogado.
Al principio
del interrogatorio yo estaba muy nerviosa y al parecer no era la única. A él se
le empezaba a caer el sudor por la frente, aunque no dejaba que las gotas le
bajasen más abajo, ya que cuando
advertía su presencia no tardaba más que unos segundos en limpiárselas con su pañuelo.
El hombre
hacía lo que fuera posible para que yo no me diera cuenta del estado de
nerviosismo en el que se encontraba.
Solo se
dignaba a contestarme a lo reglamentario casi haciendo un uso exclusivo de monosílabos,
además se comportaba de forma extraña. No paraba de mirar a un lado y a otro
como si buscase algo y cuando dejaba atrás el uso de sus queridos monosílabos
era para inculpar o hacerme creer que para nada él era el culpable de aquel
delito y que ni mucho menos tenía intención de “hacer semejante barbaridad ya
que supondría la destitución de mi cargo”. Esta frase causó en mi cierta gracia,
cualquiera de los sospechosos era el verdadero culpable para él, no importaba
quién fuese, incluso se atrevió a decir que si el Papa no tendría que ver en
algo de esto, aunque acto seguido de decir esta frase se corrigió al ver la
semejante estupidez que había dicho. Puede que este comportamiento fuese provocado
por el nerviosismo, y éste, derivado de otra cosa más importante que el
interrogatorio.
Era obvio que
la Secta milenarista ”Cuatro postes” tenía
el poder y la influencia suficiente de hacer casi lo que se propusiese, incluso
robar las reliquias de la Santa. Pero en esta ocasión ellos no habían tenido
nada que ver en este tema. Estaban totalmente libres de cargos.
Cuando tuve casi
totalmente claro que el verdadero sospechoso del robo había sido el Padre
general de la orden de los Carmelitas me dispuse a viajar en busca de las tres
llaves de la Duquesa de Alba. Cuando llegué me recibió poco más que con los
brazos abiertos, estuvo encantada de hacerme entrega de sus tres llaves y me
despidió con la frase de “espero que seas capaz de resolver el caso”, dejándome
claro que tuviera cuidado con las llaves ya que las quería de vuelta en su casa
tan pronto como el caso se hubiese resuelto.
Unas horas más
tarde todos me estaban esperando en Alba de Tormes para abrir el sepulcro y
comprobar que esos restos seguían allí.
Afortunadamente, como si de un milagro se tratase, en vista al centenario, todas
las reliquias de la Santa estaban perfectamente colocadas cada una en el sitio exacto.
Todos quedamos asombrados y boquiabiertos ante este hallazgo.
En este
momento de emoción y fe, seguí mis
instintos y señalé como culpable al Padre General de los Carmelitas, para
observar su reacción.
Hubo un
silencio ensordecedor, en el que nadie se atrevió a decir nada, hasta que de
repente, como si no pudiese soportarlo más, habló. Nos contó cómo había estado
atormentado por el hecho de que la Santa no pudiese descansar en paz y cómo se había puesto en contacto con la
Secta de los “Cuatro Postes”, cuyas sedes estaban repartidas por varias
ciudades del mundo, para reunir todos todas las reliquias en un mismo lugar. El
plan había funcionado a la perfección y ambas partes habían quedado
satisfechas.
A pesar de que
para él, había hecho lo correcto, se sintió avergonzado por haber expoliado el
resto de conventos.
Tras un largo
debate, todos se pusieron de acuerdo en que las reliquias estuviesen juntas en
el mismo sepulcro hasta pasado el V Centenario de Santa Teresa.
Aún quedaban
por resolver algunos misterios, pero puede que finalmente esto se tratase de un
verdadero milagro de La Santa.
Paula Rigueras
Vero, Shey, Cris:
ResponderEliminarNos ha gustado mucho, Paula es una gran escritora.
Te felicitamos por tu gran trabajo.
Lo que mas nos ha gustado es como dedujo quienes fueron los ladrones.
Hola!!
ResponderEliminarEl relato de Paula es muy bonito , y me encanta su desarrollo con todos los detalles por ejmplo sus sentimientos cuando se lo dicen etc ...
Es un gran releto felicidades Paula
Ustubo muy interesan te ,real mente me a gustado
ResponderEliminarBien echo paula
Hola!!
ResponderEliminarQue gran trabajo, Paulita! Un relato muy interesante, y cumple con su objetivo mantener la intriga hasta el final.
Un relato, completo con todos su sospechosos y criminales.
Maravillosos Paula!!! Me encanta!! Una gran trabajo con las emociones del autor y el misterio.
ResponderEliminarQuién lo iba a decir del Padre General de los Carmelitas
Hola Paula!
ResponderEliminarTu relato me ha encantado, al principio parecía bastante claro quien era el culpable de la desaparición de las reliquias, pero me encanta como al final descubres el verdadero culpable e incluso lo enlazas con el primero. Enhorabuena por el relato y por esa creatividad!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola pau:
ResponderEliminarTu relato al igual que el de Bárbara me dejáis asombrado y como le das un giro tan radical a la historia me ha encantado. Muchísimas felicidadesssss Detectivesca;
Hola pau:
ResponderEliminarTu relato al igual que el de Bárbara me dejáis asombrado y como le das un giro tan radical a la historia me ha encantado. Muchísimas felicidadesssss Detectivesca;
Mi querida Paula:
ResponderEliminarTu relato me ha llegado al corazón, eres una maravillosa escritora "sigue asi" De verdad me ha super encantado los matices que le das a la historia <3
Tu querida prima. bss<3<3<3<3
mi pelirroja preferida, como escribesm¡, al igual que el de Barbi me ha encantado. Sois geniales seguir escribiendo así. El desenlace de la historia fue genial ya que al principio parecía muy claro el culpable. Felicidades!!
ResponderEliminarMe encanta tu relato Paulita, ¡sigue asi!
ResponderEliminarFelicidades Pauli !!!!<3
ResponderEliminarHas hecho un muy buen trabajo por tu parte, tu relato es ESPECTACULAR de verdad te lo has currao very much.
Sigue asi porque lo haces muy bien y te lo mereces todo y más.
BSS<3<3<3<3<3<3<3<3<3
Enhorabuena por tu relato, Paula. Me encanta como lo redactas, y aunque al principio estaba bastante claro quién había robado las reliquias, me pareció muy interesante cómo terminó al final. Tanto tu relato como el de Bárbara, muy bonitos.
ResponderEliminarEnhorabuena Paula!! :)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato, has echo un buen trabajo, cuando te pones en serio vaya imaginación que tienes. Sigue así!! Y ojalá Bárbara o tú, seais las ganadoras, porque os lo mereceis, por el gran trabajo que habeis echo las 2.
Hola paula esta muy bien tu relato enorabuena por hacer tan bien el relato
ResponderEliminarEnhorabuena de nuevo finalista!! Te lo mereces, el vuelco que hace la historia desde principio hasta el final lo hace ganador!! Felicidades, y gracias por dejarnos disfrutar de tu relato...
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