sábado, 28 de marzo de 2015

El detective Rodrigo Orquín y la engañosa casa de Burgos



Eran las 6 de la mañana, se estaba yendo un cliente, y de repente sonó el teléfono, era la guardia suiza del Vaticano, me avisaban de que se habían robado las reliquias de Santa Teresa de Jesús en Alba de Tormes, Roma, Bruselas y  París. Me quedé sorprendido, ya que algo tan serio e importante no me lo habrían contado a mí. Me dijeron que necesitaban mi ayuda y que me reuniera con ellos en el palacio de Liria a la mayor brevedad. Cuando fui al palacio me recibió la duquesa Cayetana y sus hijos Eugenia, Cayetano y Carlos, el heredero. Me comunicaron que tendría que visitar con ellos el convento en el que hay reliquias de la santa y comprobar si seguían allí después de reunir las llaves. Al día siguiente partieron a Roma la duquesa y él. Hablaron con el Superior general de la Orden de los Carmelitas descalzos, él no se las dio, por lo que pensaron que podría haber sido él, pero no contaron la noticia, por la noche le cogieron las llaves, las hicieron copias y las dejaron donde estaban, al día siguiente volvimos a Madrid y le pedimos la llave al Rey de España, Felipe VI, él nos la dio encantado. Y fuimos al convento de Alba, y abrimos la tumba, en la que no estaban los restos, pero si un túnel.

 Nos quedamos sorprendidos y llamamos a la policía, para que explorarán el túnel. Llegué con ellos al final del túnel y aparecimos en una sala llena de lujos. Salimos fuera de la habitación y nos encontramos con algunos monjes, que pertenecían a la secta milenaria "Cuatro postes". Nos contaron que en esa habitación no vivía nadie y que era una habitación de invitados. Pero que no la habitaba nadie desde hace 1 año. Nos reunimos con el líder de la secta, él dijo que desconocía la existencia de ese túnel. Sabíamos perfectamente que mentía, ya teníamos la primera pieza del puzzle y faltaban las demás. Durante los siguientes días hablamos con Ramón, estuvo en la secta hace menos de 6 meses. Nos contó que tenían malas relaciones con importantes personas dentro de la Iglesia Católica como el director de los museos vaticanos y varias prioras de conventos como el de Alba de Tormes. Nos estábamos confiando demasiado, creíamos que era él antes de asegurarnos. Todos recelábamos de él, pero era muy poderoso y nadie quería arriesgarse. Llamamos al director de los museos vaticanos, para que nos aclarara porque mucha gente tenía una mala relación con el líder de la secta y nos explicó: que se la tenía jurada a muchas personas dentro de la Iglesia debido a que su persona de referencia era Lutero y le expuso al papa Benedicto XVI hace 5 años, 95 tesis contra la Iglesia Católica. Pidiendo la apertura a una nueva rama del cristianismo, la que se le negó. Entonces empezó a predicar unas ideas muy diferentes a la cristiandad, por lo que no era una rama del cristianismo sino una religión pagana. Sabia que si robaba la reliquias de Santa Teresa, haría sufrir a los cristianos. Acto seguido nos fuimos.
Al día siguiente nos llamó, porque se le había olvidado contarnos una cosa muy importante, era amigo del Superior general de la Orden de los Carmelitas descalzos. Que también era muy poderoso y quería las reliquias por lo que las podía haber robado o haber sido cómplice del robo.
Cayetana llamó a unos químicos para que analizarán las huellas dactilares que había en el armario de la habitación de la secta. Una semana después tenía los resultados de la prueba y eran del líder de la secta. Era una prueba, pero no era suficiente. Nos colamos en la Secta para buscar documentos sobre algún tratado o pacto con el Superior general de la Orden de los Carmelitas descalzos, y encontramos un sobre en el que ponía de Anselmo, que era el Superior general de la Orden de los Carmelitas descalzos, y dentro había un sobre con un cheque de 500.000 euros. Pensamos que era el pago por robar la reliquias y entregárselas. Entonces encontramos una dirección, que cambiaría el rumbo de toda la investigación, había una en Burgos en la que supuestamente estaban escondidas las reliquias de Santa Teresa.
Fuimos inmediatamente para esa supuesta casa, cuando la vi pensé que era digna de un rey, ya que era alta y grande, y parecía que tenía unos cuantos de cientos de años. Preguntamos de quién era, y no nos sorprendimos al saber la respuesta, era propiedad de la Orden de los Carmelitas descalzos. Entramos dentro y todo parecía en orden, la casa no estaba habitada. Ya estábamos a punto de irnos, pero me caí sobre una columna, y se movió, de repente apareció de la nada un túnel subterráneo. Bajamos a toda prisa, y allí estaban, todos los restos mortales de Santa Teresa de Jesús. Ya habíamos desentrañado el misterio de la localización de las reliquias. 
Unos días después, hable con Cayetana, y la explique que habíamos descubierto donde estaban escondidas, pero no a  los ladrones. Teníamos las pruebas suficientes para llevarles a juicio y que fueran condenados. Y así hicimos, llamamos a su abogado y en un día ya teníamos redactada la demanda. Y fuimos a la policía que nos había acompañado para denunciarles.
Cuando ya faltaban unos pocos días para el quinto centenario de la santa, todas las reliquias estaban devueltas a sus correspondiente lugares. El Superior General de la Orden de los Carmelitas descalzos, se había quedado sin las suyas, por el robo y encima había sido condenado a 10 años de cárcel juntó a líder de la secta, ellos eran los organizadores, sin embargo ellos nunca delataron a los ladrones.
                                                                                                     Rodrigo Orquín Sánchez

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