sábado, 28 de marzo de 2015

Detective María González


Hola, soy la detective María y voy a ayudar a localizar las reliquias. Necesito todas las pistas posibles para averiguar quién es el ladrón, así que voy a comenzar a trabajar.

Lo primero que tengo que hacer es ir a todos los lugares donde estaban las reliquias  y preguntar a las únicas personas que tienen las llaves dónde estaban la noche anterior al robo, porque pueden ser esas personas los principales sospechosos. Lógicamente esto no lo puedo hacer en 24 horas por lo que necesito más de una semana. Estando a 8 de diciembre me comprometo a que el 15 de diciembre o como muy tarde el 16 las reliquias vuelvan a estar en el lugar que tienen que estar.

Mi primer destino va a ser Roma, Italia. Esta ciudad me encanta, si tuviera tiempo me daría una vuelta, pero no, he de trabajar. Estoy justo delante del recipiente donde se encontraba el pie derecho, y lo primero que me encuentro es como un cristal pequeño rojo. Lo voy a meter en esta bolsa de plástico y voy a coger huellas con este aparato. Es como una especie de carboncillo negro que se echa por el recipiente y con un trozo de celo lo pongo por encima y se queda la huella marcada. Este trozo de celo lo meteré también en la bolsa y pondré el nombre de Roma- Pie derecho. Ahora voy a ir a la caja donde se encontraba la mandíbula de Santa Teresa, aquí veo algo muy raro. Veo como una especie de fotografía turística, como una postal que pone "Recuerdo de Italia" y la firma una tal Teresa de Jesús, no creo que sea ella pensé... es imposible. No dudé en meterla en una bolsa de plástico y volví a tomar las huellas. Esta vez en la bolsa pondré Roma- Mandíbula. Una vez estado en los lugares donde estaban las reliquias voy a ver al Superior General de la orden de Carmelitas.

-Hola General, verá, soy María la detective española que se está encargando del robo de las reliquias de Santa Teresa de Jesús.
-Hola, María, perdóname pero no se hablar muy bien el español, pero intentaré ayudarte en todo lo posible.
-Vale. Sólo quiero hacerte una pregunta. ¿Dónde estabas la noche antes del robo? Si puede ser justifícalo.
-Pues verás, estuve con el Papa hablando precisamente de su visita a España. Ya sabes, intentando que me llevara con él, ja, ja, ja... Y justo cuando me iba a ir nos llamó un policía contándonos lo ocurrido. De hecho tengo un selfie aquí con el papa, estamos hechos unos modernos.
-Ya veo, ya, ja, ja, ja... pues está bien. Me voy a Francia a seguir buscando pistas. En cuanto sepa algo se lo diré.

Está claro que el general no ha tenido nada que ver. En el interrogatorio me dijo que le faltaban dos llaves de las tres que tiene.
Ahora voy a coger el primer vuelo directo a París. Una vez aquí voy a ir al recipiente donde se encontraba un dedo, en la Iglesia de nuestra señora de Loreto. Aquí tomé huellas y encontré un hilo negro y un hilo blanco. Esto podía ser una pista. Lo metí junto a las huellas en una bolsa de plástica firmada como París-Dedo.
Una vez acabada esta visita, me fui a un hotel a descansar. Mañana sería un día duro, ya que tendría que ir a Portugal, Lisboa.
Un nuevo día, un nuevo descubrimiento. Al llegar a Portugal comprobé que no estaba la mano izquierda. Por lo que volví a tomar huellas y aquí encontré un pelo muy corto  y negro. Lo que me hizo pensar que podía haber sido un chico el ladrón.
Desde Portugal cogí el último vuelo hacía Sevilla, dormí todo el trayecto. Al llegar a Sevilla ya era otro día, miércoles, desde allí cogí un tren dirección Sanlúcar De Barrameda. Aquí se encontraba un dedo de Santa Teresa y no estaba. Volví a coger huellas y aquí no encontré nada extraño. Una vez acabado me fui a una cafetería a esperar al hijo de la Duquesa de Alba, ya que como en este mes había muerto, el nuevo heredero de las llaves era su hijo.

-Hola, ¿es usted María?
-Sí, tutéame por favor. Verá,  como ya sabe han desaparecido todas las reliquias de Santa Teresa de Jesús y usted, es el heredero de tres de las llaves del sepulcro de las reliquias.
-Efectivamente.
-Bueno, pues he de hacerle una pregunta, porque es necesario. ¿Qué estaba haciendo usted la noche antes del robo?
-Pues verá estuve con mi familia, lo de mi madre ha sido tan reciente que necesitamos estar todos juntos en estos momentos.
-Entiendo... Bueno, lo siento, es hora de irme. Pero antes, la última pregunta ¿Cuántas llaves tienes?
-Pues mira, he mirado hoy y me falta una.
-Vale. En cuanto sepa algo te llamaré.
-Vale, adiós.

El hijo de la Duquesa podía ser un sospechoso ya que era chico, pero no era él porque el pelo encontrado era negro y él lo tenía blanco. Ahora solo me queda preguntar al Rey y a las monjas. Pero antes voy a llamar a mi ayudante Charles que es el que está averiguando pistas sobre los lugares que yo no estoy investigando.

-Hola Charles, ¿Qué tal?
-Bien, aquí buscando pero no he encontrado nada, solo he visto que han desaparecido las reliquias. Con el rey Felipe ya he hablado y nada, le falta su llave y me dijo que la noche anterior estaba de cena, ya sabes, la realeza siempre está de fiestas y cenas.
-Entiendo, pues me voy a Ávila a seguir. Adiós.

Una vez en Ávila, entré en los conventos y en el lugar donde estaban las reliquias y me encontré con una foto de Santa Teresa de Jesús firmada al igual que la que me encontré en Italia. De repente vi una sombra, era ella, Santa Teresa de Jesús. Había resucitado. Estaba rodeada de las reliquias pero era todo muy raro porque ella estaba entera, sin embargo su cuerpo la rodeaba.
Le pregunté que por qué lo había hecho. Ella me dijo que quería ser ella, entera por una vez para que el Papa en su visita la pudiera ver bien.
De repente desapareció y comprendí que ella quería estar entera no repartida. Y también entendí que la pieza roja encontrada era de un anillo, que las fotos las firmaba ella como si fueran un regalo y el pelo era de ella, ya que al ser monja tienes que cortarlo. Hicimos un trato, se quedaría en Ávila entera y con la vuelta del Papa a Roma se volvería a repartir en todos los lugares donde estaban sus reliquias.
María González Blanco


4 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu relato María por dos motivos:
    -Es gracioso, lo el selfie con el papá está genial.
    -La conclusión es breve y resume muy bien la resolución del caso.
    Un saludo
    Sara

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  2. Hola
    Que tan sorprendente, me ha encantado el punto cómico que le has dado, y por supuesto el alucinante final que tiene Santa Teresa resucitada!!

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  3. Hola María
    Tu relato resulta muy entretenido, explicas muy bien como vas encontrando las pistas. Me parece una forma muy original de reivindicar el derecho de la Santa a estar en un mismo lugar, además el echo de que resucite es muy original.

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  4. ¡Felicidades! Has quedado finalista con 10 puntos

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